Mostrando entradas con la etiqueta mitología. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mitología. Mostrar todas las entradas

lunes, 28 de octubre de 2024

MOMIAS

 

Momia egipcia en el Museo del Louvre, Francia


Hola, queridos/as lectores/as:

Ya entramos de lleno en la que podemos considerar la semana más terrorífica del año. Aunque no todo el mundo celebra Halloween/Samaín, es indudable que se acercan unos días de recuerdos, tristeza y nostalgia para unos; y miedo y diversión para otros.

En esta entrada os voy a hablar de algo que siempre ha despertado la curiosidad y el morbo de la humanidad: las momias. Aunque la ciencia ha descifrado muchos de sus secretos, bien es cierto que todavía están rodeadas de misterio y son un elemento indiscutible de la literatura y el cine de terror.

¿Qué es una momia?

Una momia es un cadáver de humano o animal que se ha conservado a lo largo del tiempo, evitando la descomposición.  La momificación se pudo conseguir de manera intencionada o accidental al ser expuesto el cadáver a productos químicos, frío extremo, baja humedad, falta de aire.

Aunque existen momias en diferentes culturas del planeta, es indudable que las que más fascinan al público son las de Egipto. Las momias egipcias están ligadas a la enigmática historia del antiguo Egipto, junto con sus creencias mágicas y divinas. La literatura aprovechó el morbo que generaban y se publicaron novelas sobre este tema mucho antes de ser un tema utilizado en el cine.

La pasión por la cultura egipcia empezó tras la campaña de Napoleón en Egipto. Las riquezas de ese país empezaron a llenar museos y colecciones privadas. Algunas de las primeras novelas sobre este tema son:

—“La novela de una momia”, de Théophile Gautier, escrita en 1857. En la novela el escritor presagia el descubrimiento de una tumba intacta en el Valle de los Reyes.

—“El anillo de Toht” y “Lot 249” son dos novelas escritas por sir Arthur Conan Doyle. En la primera dos amantes se encuentras tras varios milenios separados. Y en la segunda un comprador de una momia egipcia la revive para matar a sus enemigos.




En el cine la momia que más miedo ha dado ha sido la de la película “La momia”, dirigida por Karl Freund e interpretada, entre otros, por Boris Karloff quien interpreta a un sacerdote egipcio resucitado. Es del año 1932.

Anteriormente a esta película se rodaron otras como: “La momia del rey Ramsés”, es una película francesa de 1909. Tres películas con el mismo título pero de diferente nacionalidad: “La momia”, francesa, inglesa y americana). En Alemania, en los años 1918 y 1926 se hicieron las películas “Los ojos de la momia” y “El amor de la momia”, respectivamente.

En 1940 se hizo la película “La mano de la momia” donde un grupo de escépticos arqueólogos buscan una tumba perdida de una princesa egipcia y se encuentran con la momia dispuesta a matarlos.

En 1942 se filmó la película “La tumba de la momia” en la que actuaba el legendario Lon Chaney Jr., quien también salió en otras dos películas de momias: “El espectro de la momia” (1944) y “La maldición de la momia” (1944).

Los cómicos famosos Abott y Costello hicieron la película “Abbot y Costello contra la momia”, en 1955.

En 1959, los estudios Universal hicieron un remake de “La momia” de 1932. Dirigida por Terence Fisher y protagonizada por Christopher Lee, quien interpreta a la momia de Kharis, un antiguo sacerdote egipcio, y por Peter Curshing, quien hace de un arqueólogo.

Tuvieron que pasar varios años para que las momias volvieran a estar de moda y lo hicieron con la película “El regreso de la momia”, en el año 1999, interpretada por Brendan Fraser y Rachel Weisz. Aunque esta película es de aventuras y acción, no de terror. Tuvo dos secuelas más: “El regreso de la momia” y “La momia: la tumba del emperador Dragón”.  Les siguieron varias películas spin-off, que sigue las aventuras de Mathayus, conocido como el Rey Escorpión: “El rey Escorpión”, en 2002, “El rey escorpión: el ascenso de un guerrero”, 2008. “El rey Escorpión 3: batalla por la redención”, 2012 (lanzada directamente en vídeo). “El rey Escorpión 4: la llave del poder”, en 2015.




En el año 2010 se filmó la película “Adèle y el misterio de la momia”, es una película de fantasía y aventuras donde una intrépida periodista viaja a Egipto para enfrentarse a un grupo de momias.

En el año 2017 se hizo la película “La momia”, interpretada por Tom Cruise, dirigida por Alex Kurtzman. Se trata de un reinicio de la franquicia de “La momia” y la primera entrega del reinicio del Universo Cinematográfico de Monstruos de la Universal.  Es algo más terrorífica que las protagonizadas por Brendan Fraser.


Se comenta que quieren hacer “La momia 4” pero Brendan Fraser pone una condición: “que el guion esté a la altura”.

En la literatura infantil también podemos encontrar algún libro donde las momias son protagonistas:

—“Cuentos de momias”, de Itzel Canul.

—“El baile de las momias”, de Javier y Julián Villatoro.



Entre las películas infantiles encontramos:

“Momias”, de 2023, dirigida por Juan Jesús García Galocha.

En las películas de “Tadeo Jones” también podemos encontrar momias.



Y hasta aquí llega esta entrada. Espero que os haya entretenido. Disfrutad de Halloween/Samaín y nos vemos en la próxima.




 


domingo, 13 de octubre de 2024

EL ESTADEA

Hola, lectores/as. En esta ocasión comparto un relato que me parece ideal para estas fechas. El "estadea" es la persona que encabeza la Santa Compaña, una vez que ha tenido la mala suerte de encontrarse con la macabra procesión y no poder esquivarla.

 

EL ESTADEA




Hace cinco días que Luis ha desaparecido en el bosque. Por favor, ven. Te necesito”, así decía el mensaje que me envió mi hermana, Sorprendido y preocupado por la situación, hice la maleta, me despedí de mi mujer y regresé a Galicia. 



Mi hermana, Sira, vivía en Ourense, pero tenía una casa rural en un pequeño pueblo. Ella y su marido solían pasar allí  algunos fines de semana y parte de las vacaciones. Como amantes de la naturaleza, les gustaba pasear por el bosque, nadar en el río y degustar los productos que los paisanos cultivaban y no tenían inconveniente en regalarles. A mi cuñado también le gustaba recolectar setas.  Y fue ejerciendo esta actividad cuando desapareció. De eso hacía cinco días. La búsqueda por el bosque que hicieron los vecinos, guiados por la Guardia Civil, no dieron resultado.  

Conocía a Luis, mi cuñado, desde hacía más de veinte años y sabía que era un hombre tranquilo, pacífico, prudente, que no tenía enemigos. Mi hermana aseguraba que no tenían ningún problema matrimonial y, salvo que engañase bien a todos, se podía decir que era un hombre feliz. Yo la creía, y así se lo hice saber a la Guardia Civil cuando hablé con ellos. 


Según me contaron, mi cuñado salió sobre las seis de la tarde de casa. Condujo hasta el bar más cercano, a unos dos kilómetros y medio de su casa, y se detuvo para tomar un café con leche. Uno de los vecinos intentó persuadirle de que no se adentrara en el bosque, pronto se haría de noche y empezaba a subir la niebla. Pero, Luis quería coger setas para cenarlas esa noche y desoyó las advertencias. 

Pasaron las horas y, sobre las nueve de la noche, mi hermana decidió llamar a una vecina con la que más relación tenía para preguntarle si Luis estaba con el marido de ella. Pero los vecinos no habían visto a mi cuñado ese día. El señor tuvo la amabilidad de acercarse al bar para comprobar si Luis estaba allí. Encontró su coche, cerrado. Preguntó por él en el bar. Nadie le había vuelto a ver desde que se adentró en el bosque. Así se lo hizo saber a mi hermana y, sin demora, se lo comunicaron a la guardia civil. 

Después de una extensa e intensa búsqueda, lo único que encontraron fue la cesta que llevaba para recoger las setas. Dentro estaban la navaja que utilizaba para cortar los tallos y algunas setas, ya mustias.  

No había signos de violencia en los alrededores. Y, aunque carecía de lógica, la guardia civil estaba convencida de que Luis se había alejado por algún motivo dejando la cesta en un punto y debió haber sufrido un accidente con  fatal desenlace. Al parecer, no confiaban en encontrarle con vida, aunque seguirían buscándole.

La tarde del mismo día de mi llegada llevé a mi hermana a la iglesia para asistir al entierro de un vecino. Me quedé con ella en el sepelio para acompañarla y darle ánimo. Su salud era delicada y en su aspecto podía verse reflejado el estrés y la angustia que estaba padeciendo.

El cementerio estaba en el mismo recinto que la iglesia, así que pudimos ir caminando hasta el lugar donde se sepultaría el ataúd.

Cuando estábamos presenciando el entierro, una mujer mayor, vestida de negro, se acercó a nosotros y nos habló en voz baja.

─Ese hombre era mayor pero estaba sano. Aún así, la Parca decidió que había llegado su hora y así se lo anunció la Santa Compaña. ¿Ustedes no escucharon las campanas en mitad de la noche hace dos días?

─Yo no estaba aquí ─respondí.

─Deberían buscar a su familiar en el bosque, pero de noche. Últimamente la Santa Compaña se deja ver mucho por este pueblo. Es que nos estamos haciendo mayores ─se alejó.

Mi hermana me miró nerviosa y sonreí para tranquilizarla.

─No hagas caso a lo que ha dicho. Los viejos tienen sus manías y supersticiones.

Después del entierro regresamos a casa. Encendí fuego en la chimenea y preparé algo para cenar.

Mientras cenábamos vimos las noticias locales en la televisión. Recordaron el caso de la desaparición de mi cuñado y mi hermana empezó a llorar. Apagué la televisión y la tranquilicé.

─Te prometo que haré todo lo posible para encontrarle.

─Agradezco mucho que estés aquí. No sé qué habría sido de mí si estuviese sola.

─Debiste llamarme antes.

─No quería molestar.

─¿Molestar? ¡Sira, no digas eso, por favor!

Nos abrazamos y, una vez estuvo más tranquila, le aconsejé que se acostara e intentara dormir.

Yo no podía dormir. Aunque hacía frío salí al exterior para pensar un poco. Me senté en un banco que había al lado de la puerta. Yo no era creyente en sucesos extraños, conocidos como “paranormales”, sin embargo, no dejaba de pensar en lo que nos había dicho la anciana en el cementerio.



Desde luego no me planteaba la posibilidad de que mi cuñado se hubiese encontrado con una procesión de almas en medio del bosque, pero podía haber algún otro misterio más racional en el que se hubiese visto implicado, sin poderlo evitar.  Y estaba pensando, en concreto, en la posibilidad de que hubiese tenido la mala suerte de encontrarse con cazadores furtivos o un grupo de delincuentes que buscaba la policía nacional, junto con la guardia civil, desde hacía una semana, más o menos. Según la investigación, los fugados tenían pensado ir a Portugal, y el pueblo donde nos encontrábamos tenía una ruta antigua por el monte que era la ideal para cruzar la antigua frontera de manera furtiva.

La media noche me cogió sumido en mis pensamientos, convenciéndome de que mis teorías tenían fundamento y, seguramente, la guardia civil barajaba esa posibilidad aunque no me lo habían querido decir.  Tan concentrado estaba que no me di cuenta de que hacía realmente frío y mi ropa estaba húmeda por la niebla.

Me levanté dispuesto a entrar en casa y, de pronto, me pareció percibir un olor a cera, mezclado con incienso. Miré hacia el camino y no vi nada extraño. Entré en casa y me dirigí a mi habitación. Era hora de que me acostara. Quería madrugar para iniciar la búsqueda de Luis.

Antes de acostarme, me asomé a la ventana. El olor que había percibido momentos antes me había inquietado. Me pareció oír el tañido de una campana lejana. Recordé, una vez más, las palabras de la anciana. Me sentí inquieto y cerré la ventana. Luego, me reí por lo absurdo de la situación. Yo era un hombre racional y no podía dejarme llevar por historias de viejas.

Al día siguiente, después de desayunar y asegurarme de que mi hermana se encontraba bien, me dirigí al bar del pueblo para hablar con los paisanos. Quería saber si ellos estaban de acuerdo con mis teorías. Y esperaba que me ayudasen y no guardasen silencio, como solían hacer los aldeanos, sobre todo por temor a posibles represalias.

Llegué al bar y me sorprendió comprobar que estaba cerrado. Tenía un cartel pegado en la puerta, hecho con un cartón vulgar. Leí la nota: “Cerrado por defunción”. Miré extrañado a mí alrededor.  Sin dudarlo, me dirigí a la parroquia. Necesitaba saber quién había fallecido y en qué circunstancias.

La iglesia era pequeña, de estilo románico. Estaba consagrada al santo Antonio. Tenía todas las puertas cerradas. En el cementerio, que rodeaba a la iglesia, trabajaban dos hombres. Abrían una tumba, seguramente para enterrar al vecino recientemente fallecido. 

Me acerqué a ellos y les pregunté por el párroco. Me respondieron que estaba en su casa, un poco más lejos de la parroquia, en dirección al pueblo. Sabía a cuál se referían. Había pasado por delante de ella hacía unos minutos.  

─¿Cómo se llama el párroco? ─pregunté antes de irme. 

─Don Cosme. 

─Gracias.  

Llegué a la casa, un perro de gran tamaño, parecido al mastín, se acercó a mí y me olfateó. Detrás salió el párroco, don Cosme. Le saludé, me presenté, y le pregunté si podía robarle unos minutos de su tiempo. Asintió encantado. Seguramente le agradaba hablar con alguien de fuera.


 

─He ido al bar y estaba cerrado por defunción. Me gustaría saber quién falleció. 

─¡Menuda desgracia! ─exclamó─. Murió Pascual, el dueño. 

─¿Era muy mayor? 

─¡En absoluto! Sólo tenía cincuenta y dos años. Murió de un colapso al corazón. 

─Es extraño que mueran dos personas en tan poco tiempo en un pueblo tan pequeño. 

─Tres.  

─¿Tres? ─le miré sorprendido. 

─La semana pasada murió una mujer. Tenía algo más de setenta años. Es normal que muera la gente mayor. Pascual era joven pero no los demás. ¿Aún no saben nada de su cuñado? 

─No. La policía no tiene nuevas. ¿Usted tiene alguna opinión al respecto? 

─El campo es traicionero. Nunca se llega a conocer bien y su cuñado, aunque venía a menudo, era de ciudad. 

─Entonces ¿cree que sufrió un accidente? ¿No existe la posibilidad de que alguien pudiera hacerle daño? Cazadores furtivos… 

─Todo es posible. Espero que no fuera así, eso sería aún más triste. 

Me invitó a entrar en casa. Tenía el fuego encendido en la cocina de leña y se estaba a gusto. Me sirvió un vino de su propia cosecha y un poco de jamón. 

─¿Qué opina de la Santa Compaña? ─le pregunté─. Hay quien dice que se deja ver estos días. 

Dos Cosme me miró perplejo y soltó una carcajada.  

─¿No creerá en esas supersticiones ¿verdad? 

─No. Pero algunas personas creen en ello y pueden llevar más allá sus creencias. No sé si me entiende. 

─Sí, Y le aseguro que los vecinos de esta parroquia no se dedican a asustar a nadie.  

Me despedí del párroco, agradeciendo sus atenciones, antes de que me invitase a comer y regresé a casa.  

Por la tarde me despedí de mi hermana y realicé el camino que había hecho Luis. Quería descartar que se tratase de un accidente.  

El bosque donde Luis había estado buscando setas no era difícil de caminar. Tenía senderos marcados por el uso de la gente. La vegetación ─malezas y arbustos─, no invadían esos caminos. Y no tenía sentido subir hacia la montaña donde los tojos y las grandes rocas de granito indicaban que no era el lugar adecuado para que nacieran las setas, al menos las comestibles.  

Llegué al lugar donde la guardia civil había encontrado la cesta de Luis. De hecho, todavía podía encontrarse un trozo de la cinta que había marcado el perímetro de la investigación. 

Como me habían dicho, no se veían signos de violencia. No había rastro de sangre, pelea, nada que indicara que Luis se hubiese visto envuelto en un suceso violento.  

Aunque empezaba a oscurecer, decidí adentrarme más en el bosque pero en dirección contraria a la montaña. En algún tramo tuve que encender la linterna del teléfono móvil, pues los árboles ensombrecían el lugar. Me pareció ver un claro en dirección al pueblo, paralelo a la carretera. Me dirigí allí sorteando algunos troncos caídos, llenos de musgo.  

El lugar se correspondía con un tortuoso camino embarrado. Pude escuchar el ruido de un regato. Seguí caminando, confiando en que durase la batería del teléfono lo suficiente para no quedar en medio del bosque en la noche a oscuras. Empezaba a escuchar los animales nocturnos y, aunque yo no era miedoso, se hacía inquietante. 

No tardé en localizar la procedencia del agua. No era un regato. Era una mina de agua que estaba muy llena. Inundaba el camino de agua y lo hacía poco transitable. Desde allí se podían ver las luces del pueblo y la carretera. Seguí el camino. Aunque no conocía el lugar, deduje a dónde llevaba.  

Anocheció y decidí llamar a mi hermana para tranquilizarla, aunque no le dije dónde me encontraba. Continué avanzando. Calculé que había caminado casi dos kilómetros cuando llegué al final del camino. Había llegado a la parte de atrás del cementerio.  

Me sentí decepcionado. Mi investigación no había dado resultado. Apagué la luz del móvil. Recorrería el camino de vuelta siguiendo el arcén de la carretera.  

Nada más guardar el teléfono pude escuchar el ruido de una campana. Miré instintivamente hacia el campanario de la iglesia. Era absurdo pensar que alguien podía estar allí a esas horas, aunque sólo pretendiera gastar una broma. Sin embargo, decidí quedarme un rato más, esperando que saliera alguien de la iglesia. 

Lo que vi a continuación me sorprendió y horrorizó a partes iguales. Delante de la iglesia se formó una niebla más espesa que la del bosque. La niebla se disipó lentamente dejando ver luminarias que formaban unas siluetas humanas. Delante de esas siluetas iba un hombre vestido con ropas normales. Portaba una cruz y empezó a caminar encabezando una procesión… de muertos.  


Me oculté tras un arbusto y seguí contemplando aquello que sólo debería formar parte de una vieja leyenda: la Santa Compaña.  

Pero lo que hizo que se me erizaba el cabello fue comprobar que la persona que encabezaba el desfile era Luis. Quise salir de mi escondite para socorrerle pero, afortunadamente, me acordé de las advertencias que acompañaban a la leyenda y decidí permanecer en el escondite. Cuando se alejaron, siguiendo el camino por el que yo había venido, salí a la carretera y corrí lo más rápido que pude hasta llegar a mi coche.   

Esa noche no pude conciliar el sueño. Al día siguiente, salí temprano de casa. Quise regresar a la casa de don Cosme. Necesitaba hablar con él, aunque me tildase de loco. 

El párroco notó mi agitación y me hizo entrar hasta la cocina. Me ofreció un café que agradecí. La falta de sueño me hacía sentir más frío de lo habitual. 

Le expliqué lo que me había sucedido por la noche. Insistí en que yo, profesor de física y química, era un hombre razonable, que no creía en nada sobrenatural. Esperaba que no le molestara mi sinceridad.  

El párroco se quedó pensativo largo rato antes de responderme. 

─Le contaré algo. Ese camino que ha recorrido usted ayer por la noche era la antigua ruta que utilizaba la gente para ir a la iglesia y el cementerio. Quedó en desuso cuando se abrió la carretera.  Hace unos dos años, desapareció un hombre en el pueblo vecino. Lo buscaron durante días pero nunca lo encontraron, ni vivo, ni muerto. Sin embargo, algunos vecinos, juraban que lo habían visto alguna que otra noche. Según decían, iba a la cabeza de la Santa Compaña. Yo no creo en eso… Nadie cree ya en esas historias… Pero, ahora viene usted…  

─¿Qué se puede hacer para salvar a alguien que ha quedado atrapado en esa maldición? ─pregunté. El párroco se sorprendió ante  mi brusquedad. 

─No lo sé. ¿Quiere usted ocupar el lugar de su cuñado para liberarle de su cruz? 

─No. Estimo a mi cuñado pero no puedo abandonar a mi familia. No puedo hacer ese sacrificio.  

─Entonces,  le aconsejo que se olvide de su cuñado y deje que la vida siga su curso. 

Me despedí de don Cosme y regresé a casa de mi hermana. La acompañé unos días más mientras la guardia civil seguía con sus investigaciones. Investigaciones que, como era de esperar, no dieron resultado.  

Una noche, antes de irnos del pueblo, regresé al camino viejo que conducía al cementerio. Permanecí oculto esperando que volviera a aparecer la procesión de los muertos, aunque nada garantizaba que fuese así. Sin embargo, esa noche las almas volvieron a formar la procesión. Luis, mi cuñado, iba delante. Su rostro demostraba un horror y cansancio infinitos. Su cuerpo había adelgazado. Sentí lástima por él.  



Al pasar cerca de mí, instintivamente retrocedí un paso. Bajo mis pies crujió una rama. El estadea, como así se conocía al hombre o mujer vivos que encabezaban la procesión, se detuvo. Las almas que le seguían también se detuvieron. El olor a cera llenó mis fosas nasales. Luis miró en dirección hacia mí y se acercó, seguido de las almas. Me vio. Me sentí paralizado. Le llamé pero no me respondió. Me quiso entregar la cruz y yo, recordando la leyenda que me habían contado siendo niño, acerté a decir: 

─Ya tengo cruz. 

Luis, el estadea, se volvió y siguió su camino, condenado a vagar todas las noches con las almas de ese cementerio, buscando a alguien a quien pasar su cruz y anunciando la muerte de los vivos. 

FIN


Espero que os haya gustado. Nos vemos en la próxima entrada.




martes, 9 de julio de 2024

AMULETOS Y TALISMANES

 



Hola queridos/as lectores/as:

 

En esta ocasión os voy a hablar de un tema que seguro os resulta atractivo: los amuletos y talismanes. Seguro que más de uno/a tiene un objeto que considera especial y al que le atribuye alguna propiedad sobrenatural. Se trata de esa medalla, ese mineral, esa pulsera o bolígrafo que te ayuda a tener buena suerte y, por tanto, a evitar la mala suerte.

Personalmente no creo en el poder que dicen poseer algunos objetos pero entiendo que se transmita nuestro cariño  y recuerdos a algunos y nos resulte difícil, e incluso doloroso, prescindir de ellos.

¿Qué son los amuletos y los talismanes?

Los amuletos y los talismanes son objetos a los que se les atribuyen propiedades sobrenaturales. Son fabricados con diferentes materiales: partes de animales (Ej.: pata de conejo), piedras (Ej.: cuarzo), metales (Ej.: oro), etcétera. Han sido utilizados a lo largo de toda la historia de la humanidad y por diferentes culturas y religiones. Pueden tener propiedades para protegernos del mal, atraer el bien, representar el amor, la fe.

Existe infinidad de amuletos, algunos ejemplos de ellos son:

El cristianismo tiene como símbolo de protección el crucifijo.

El símbolo Jamsa o “mano de Dios” es utilizado en la cultura musulmana y judía sefardíe, sirve para protegernos del mal.

En el antiguo Egipto un amuleto importante era el del escarabajo, símbolo de protección y buena suerte. Otro amuleto es el “Udyat” u “Ojo de Horus”, simbolizaba el Sol y la protección divina.

El Mandala es un símbolo muy arraigado en la historia del arte y tiene sus raíces en las tradiciones hindúes y budistas. Estas figuras geométricas concéntricas ayudan a la contemplación, la búsqueda de paz interior y armonía.

El nudo de brujas, hecho de plata, se considera un amuleto de protección. Las brujas lo utilizaban para protegerse a sí mismas y sus espacios.

Nudo de Brujas


Los amuletos chinos, confeccionados con jade, piedras preciosas o metales, son considerados portadores de buena suerte y protección.

Algunos amuletos llevan inscriptas palabras que son las que en realidad tienen el poder contra el mal o para atraer la buena suerte, como así sucede con algunos amuletos hebreos.

En Galicia, mi tierra, los amuletos están cargados de simbolismo y cada uno de ellos está asociado a una creencia particular para atraer la suerte, alejar enfermedades y protegerse del “mal de ojo”.

Los más populares son:

La Estrella de Galicia, un amuleto en forma de estrella de cinco puntas que se usa para invocar la buena fortuna.

La Cruz de Santiago, es considerada como un símbolo de protección contra los enemigos.

El Ojo de Santa Lucía, un amuleto en forma de concha, se le atribuyen poderes curativos de enfermedades oculares y protector contra el mal de ojo.

El Trisquel, es un símbolo celta que representa el equilibrio. Se utiliza para protegerse.

La Higa de San Pantaleón (Figa), es un puño cerrado con el dedo pulgar entre el índice y el corazón, que se utiliza para protegerse de enfermedades y contra el mal de ojo.


Higa de San Pantaleón

Los amuletos, como era de esperar, han sido muy utilizados en la literatura, en el cine y series de televisión. Ya sea en películas o series originales o basadas en libros. Algunas historias giran en torno a uno de estos objetos.

En una de mis novelas (retirada temporalmente de Amazon) “Auria, el hogar de los Seres Mágicos”, hay varios amuletos con diferentes poderes, pero cobra especial importancia un medallón que el hechicero Elíam entrega al hechicero Dharlan: “Era una joya de plata, en forma oval. Tenía grabado un símbolo rúnico conocido por “Peorth”  que significaba: conocimiento oculto”.

También hay una daga con especial significado para uno de los personajes y el príncipe Békher es obligado a usar un amuleto que evitará que se enamore de las hadas y se centre en su misión.

Hay muchos amuletos que se han incluido en el arte. Los más famosos son:

“El anillo único” de los libros, películas y series “El señor de los anillos”. Es un símbolo de poder y corrupción.

En la película “Indiana Jones y la última cruzada”, el amuleto más codiciado es “el santo grial”.

En muchas películas de vampiros, el crucifijo es el amuleto que ayuda a proteger a los mortales de estos seres, aunque también se utilizan ajos, rosas silvestres, etcétera.


Película "Drácula", 1931


La diferencia más clara que puede haber entre un talismán y un amuleto es que el primero se carga de energía con una intención específica y se utiliza para conseguir un objetivo concreto. El amuleto se usa más para repeler las malas energías, malos espíritus o mala suerte y su uso es pasivo.

Hay muchos libros que tratan sobre este tema, así como novelas cuya trama se desarrolla sobre el misterio de algún amuleto o talismán. También abundan las películas en las que aparecen amuletos y talismanes, mayormente son de género fantástico.

Un ejemplo de libros: “Amuletos y talismanes (Enigmas de las Ciencias Ocultas)”, de Miriam Araújo.

“El amuleto perdido. Amanda Black, 2”, Es el segundo libro de una serie de novelas para niños, de Juan Gómez-Jurado y Bárbara Montes.



“El amuleto de la vida”, de David C. Posse. Es una novela de narrativa fantástica.

“El señor de los anillos”, de J. R.R. Tolkien. Esta novela llevada al cine y televisión en diferentes formatos es muy conocida. El Anillo Único se convierte en el amuleto de gran poder y es buscado por diversos personajes a lo largo de la historia.

 

Películas: “El poder del talismán”. Dirigida por Gordon Chan, está protagonizada por el famoso actor Jackie Chan. Sinopsis: Un policía de Hong Kong, tras sufrir un accidente mientras investiga un caso relacionado con un misterioso talismán. Pronto descubre que el talismán le otorga poderes y habilidades extraordinarios.



“Little Hero y los amuletos mágicos”, es una película infantil de animación. Sinopsis: Un niño debe encontrar a seis Caballeros Antiguos que llevan amuletos que le otorgarán el poder de luchar contra el gigante Asura.

Y hasta aquí llega mi pequeña aportación para este tema. Espero que os haya gustado y os despertara el interés por este tema. Nos vemos en la próxima entrada. ¡Un saludo!



 

 

 

 

 

 

 


viernes, 28 de junio de 2024

LOS HOMBRES LOBO

 




Hola queridos/as lectores/as:

En esta ocasión os voy a hablar de una criatura legendaria, presente en muchas culturas del mundo: el hombre lobo. También conocido como licántropo o luisón.

¿Qué es un hombre lobo?

Según el folclore y la mitología, un hombre lobo es una persona que se transforma en lobo, de manera voluntaria o no, a causa de una maldición u otro motivo.

El hombre lobo puede mantener su aspecto animal sólo durante unas horas, generalmente cuando sale la luna llena. Aunque, este hecho o idea que fue comentado por el cronista medieval Gervase de Tilbury, se empezó a asociar mayormente por los escritores de ficción moderna. Tampoco aparece en las leyendas tradicionales que los hombres lobo puedan ser asesinados con una bala de plata. Sí se mantienen las características del hombre lobo, aparte de su aspecto animal, manifiesta ferocidad, fuerza, astucia y rapidez. En la península ibérica, según las leyendas, hay rituales para acabar con un hombre lobo: cortar la cabeza y arrancar su corazón. También sería suficiente con quitarle la prenda hecha con piel de lobo, saludarlo con el signo de la cruz, ser llamado tres veces por el nombre bautismal, entre otros desencatamientos.

En otros países, el ser humano puede convertirse en otro tipo de animales. Así en África, existen los hombres hiena o leopardos. En India serían los tigres quienes se convierten en humanos. En Latinoamérica serían los yaguaretés, jaguares, otorongos o pumas.

En Europa, el mito del hombre loco está muy vinculado con otras supersticiones y la magia negra. Esencialmente es masculino y los motivos para sufrir esta transformación son diversos:

  • Ingerir hierbas vinculadas con los lobos y la magia negra.
  • Beber donde ha bebido un lobo.
  • Cubrirse con la piel de un lobo.
  • Dormir desnudo a la luz de la luna llena.
  • Utilizar magia y sortilegios.
  • Ser el séptimo hijo de varón de una familia y no ser bautizado.
  • Ser mordido por otro hombre lobo o un lobo.
  • Nacer después de mellizo o gemelos siendo hijo varón.

El hombre lobo cuando no sufre la transformación se comporta como un ser normal, aunque puede tener los sentido más desarrollados, especialmente el olfato, y disfruta de muy buena forma física y de salud. Una vez transformado puede convertirse totalmente en lobo o conservar un aspecto humanoide peludo y con colmillos grandes que va en busca de carne humana.

El hombre lobo siempre fue visto como un ser despiadado, sangriento, hasta la llegada del medio ambientalismo, a finales del siglo XX, cuando su descripción se tornó algo más comprensiva en algunos círculos. El hombre lobo se llega a ver como la representación de la humanidad aliada con la naturaleza. Hay un juego de rol en donde los jugadores asumen el papel de un hombre lobo que trabaja en nombre de Gaia contra el espíritu sobrenatural Wyrm que representa las fuerzas destructivas de industrialización y contaminación.

La novela de Stephen King y Peter Straub, “El talismán”, retrata a los hombres lobo como protectores del Mundo de los Territorios.



En la novela de Laura Gallego García, “Memorias de Idhún”, el personaje Alexander se transforma en un lobo durante la luna llena, porque su cuerpo, además de tener un espíritu humano, tiene uno de lobo.

La escritora Cassandra Clare incluye a hombre lobos y mujeres lobo en sus libros “Cazadores de sombras”.

Existen varios videojuegos que utiliza con frecuencia la historia de los hombres lobo. Entre ellos se encuentran:

Bloodborne, ambientado en la literatura gótica de Bram Stoker o H.P. Lovecraft, usa la figura del hombre lobo desde un punto de vista particular.

Sonic Unleashed, hizo famoso a un erizo de la compañía nipona Sega que sufre una maldición y adquiere la capacidad de transformarse en licántropo (erizo-lobo).

En Pokémon, hay una criatura llamada Lycanroc, cuya creación está inspirado en la mitología del hombre lobo.

Lycanroc, Pokémon.


En el famoso juego MMORPG World of Warcraft, hay una criaturas (los worgen) que son bestias-lobos.

En el cine, los hombres lobo han sido muy representados. La primera película que se hizo sobre una de estas criaturas fue “Werewolf of Londo”, en 1935, en la que se estableció el canon de que el hombre lobo siempre mata a lo que más ama.

En 1941, los estudios Universal, hizo la película “El hombre lobo”, protagonizada por Lon Chaney Jr. Esta película contiene la siguiente rima:

Lon Chaney Jr.




Incluso un hombre que es puro de corazón

Y dice sus rezos en la noche,

Puede convertirse en un lobo cuando la loba venenosa (o el azote de lobos) florece

Y la luna de otoño brille.




.

En 1957, Michael Landon encarnó a un violento licántropo en “Yo fui un hombre lobo adolescente”.

En 1981 se estrenaron dos películas de este género: “Un hombre lobo americano en Londres”, dirigida por John Landis,  y “The Howling” (Aullidos) dirigida por Joe Dante. En ambas los efectos especiales para la transformación eran especialmente detallados y espeluznantes.

En 1994, Jack Nicholson y Michelle Pfeiffer demuestran que se puede convertir en lobo/a al ser mordidos por un hombre lobo en la película “Wolf”.

En 2010 se hizo una nueva versión protagonizada por Benicio del Toro y Anthony Hopkins. Para el aspecto de la bestia se tomó como base el que tenía en la original de 1941.



El actor que más veces ha interpretado a un licántropo en la pantalla fue el español Paul Naschy, quien creó al hombre lobo Waldemar Daninsky.

También en España se produjo la película de Pedro Olea, “El bosque del lobo”, donde se da un tratamiento más naturalista y realista al fenómeno de la licantropía.

En la literatura, además de los libros que mencioné más arriba, cabe destacar los siguientes:

“Hughes, El Hombre Lobo”, de Sutherland Menzies (1838).

“La nave fantasma. El Lobo Blanco de las Montañas Hartz” (1839) del capitán Fredrick Marrayat. En esta obra hay una mujer lobo de Transilvania que comía niños.

“Wagner, el hombre lobo”, de George W. M. Reynolds (1846).

“El jefe lobo”, de Alejandro Dumas. (1857).

“El libro de los hombre lobo”, de Sabine Baring-Gould (1865), es una obra de no ficción que fe muy difundida y se convirtió en la más importante al respecto de todo el siglo XIX.

“La marca de la bestia”, de Rudyard Kipling, (1932). En esta obra se describe la transformación a consecuencia de una maldición religiosa.

“El hombre lobo de París”, de Guy Endore (1933). Es el relato de la lucha del hombre lobo por reprimir sus instintos animales.

Otra novela de Stephen King que trata la licantropía es: “El ciclo del hombre lobo” (1983).

En el mundo de la música es muy conocida la canción “Un hombre lobo en París”, escrita e interpretada por la banda de rock española La Unión. La canción está basada en un cuento del escritor francés Boris Vian. La canción está sujeta a diferentes interpretaciones. El videoclip también está inspirado en la película “Casablanca”. La temática es la de un hombre lobo que se enamora de una chica que se sienta a su lado y contempla la luna llena sobre París.




https://youtu.be/Y2SwrG5qHEE?si=qjuHbWxcU4Q-KP2n


Como no podía ser de otra manera, yo también hice una novela que trata el tema de la licantropía: “Amor maldito”.  La historia trata de la licantropía que padece un hombre y, tal vez, haya heredado su hijo, Bruno Galáns, de quien se enamora Eira, sin conocer la maldición de la familia.

Puede encontrarse en Amazon en Tapa blanda: 

https://www.amazon.es/dp/B0915HWY6F

 

 y EBOOK

https://www.amazon.es/dp/B08ZSH6H67





Y hasta aquí llega mi pequeña aportación a este fantástico mundo. Espero que os haya gustado. Nos vemos en la próxima. ¡Un saludo!