jueves, 21 de marzo de 2024

JESÚS DE NAZARET

 



JESÚS DE NAZARET

 

Hola amigos/as lectores/as:

 

Nos adentramos en la Semana Santa y, como bien sabréis, la figura central de esta celebración es Jesús de Nazaret. Así que os voy a hablar de una película que no me canso de ver y es ideal para disfrutar en estos días. Se titula: Jesús de Nazaret.

“Jesús de Nazaret” es una miniserie que trata sobre la vida de Jesús según los cuatro evangelios canónicos del Nuevo Testamento. Fue dirigida por Franco Zeffirelli y producida por Lew Grade.

Se rodó en Túnez y Marruecos con estrellas de cine europeas y estadounidenses. La duración total de la producción es de 6 horas y 21 minutos.

Fue estrenada en el Reino Unido y EE.UU. en el año 1977. Y es considerada por los críticos como uno de los proyectos mejor valorados y más populares del cine religioso. En su primer año fue vista por más de 700 millones de espectadores.

Robert Powell, actor.


Protagonizada por el actor británico Robert Powell. 

Algunos actores y actrices que forman parte de su amplio reparto son: Anne Bancroft, Ernest Borgnine, Claudia Cardinale, James Farentino, Stacy Keach, Tony Lo Bianco, Donald Pleasence, Christopher Plummer, Anthony Quin, Fernando Rey, Ian Holm, María Carla, Olivia Hussey, Peter Ustinov,





Para realizar esta serie se buscó un enfoque naturalista donde los efectos especiales no tuvieran gran importancia cuando se representaban los milagros, y presentaban a un Jesús como alguien bondadoso y comprensivo, cercano a la humanidad, sin ese halo de divinidad que se le imponía en otras películas.

Los episodios bíblicos se presentan en orden cronológico desde lo esponsales de la Virgen María con José, pasando por la anunciación, visitación, circuncisión, bautismo de Jesús, la pesca junto a Pedro, la reunión con José de Arimatea, la curación del ciego, la alimentación de los cinco mil, la entrada de Jesús, la última cena, la traición…


Olivia Hussey y Yorgo Voyagis como María y José.

CURIOSIDADES:

El Papa Pablo VI sugirió que Franco Zeffirelli fuese el director de la película, tras el éxito de “La vida de Moisés”.

En un principio, el director Zeffirelli quería que Jesús fuese interpretado por Dustin Hoffman o Al Pacino, pero su esposa lo animó a que escogiera a Robert Powell, quien iba a interpretar a Judas, porque tenía los ojos bonitos.

El actor que interpreta a Jesús, Robert Powell, tuvo que casarse con su novia, con la que convivía, para evitar contratiempos a la filmación, debido a las críticas de algunas personas.

Durante el rodaje, para transmitir un toque celestial, no permitió que el actor pestañeara, salvo en la escena de la crucifixión. Es realmente impresionante ver los planos del actor mirando fijamente sin un pestañeo.



Aunque el actor es delgado, para caracterizar el momento de la crucifixión, hizo una dieta de solo queso durante 12 días antes de rodar esa escena.


La imagen del actor Robert Powell se asoció tanto a Jesús de Nazaret que el actor no se volvió a dejar el pelo largo, ni la barba, al menos durante un largo tiempo, y su imagen sigue siendo utilizada como icono religioso por mucha gente. De hecho se comenta que esta imagen del cine es la culpable de que la gente empezara a creer que Jesús era de tez blanca, ojos azules, barba y cabello largos.

Aunque el blanco se asocia con la pureza y divinidad, Zeffirelli no quiso que se utilizar el color blanco puro en toda la película. Quería apartar de lo que hasta ahora se había hecho en el cine sobre la vida de Jesús.





Durante la escena de la crucifixión, el actor estuvo a punto de caer desde una altura de 4 metros después de que cortaran la cuerda que sujetaba el madero. Afortunadamente, el staff pudo evitar la tragedia.

Robert Powell comentó sobre su interpretación de Jesús que “fue diseñada para llegar a todas las audiencias y que no se centró en ser demasiado específico en su aproximación al personajes”.  También dijo: “Interpretar a Jesús fue un desafío, ya que combinar los aspectos divinos y humanos del personaje no era posible sin perder la divinidad”.

Zeffirelli  comentaría sobre su trabajo: “Si un solo fotograma consigue sacudir a alguien, despertar en él el eco de ese mensaje divino que todos llevamos dentro, no sólo estarían justificados todos los sacrificios que hemos hecho, sino que, además, habrá dado un sentido a mi vida entera”. 





Y hasta aquí llega la entrada del blog para estas fechas que espero disfrutéis mucho. ¡Feliz Semana Santa!

 




 

 

 

 

 


sábado, 16 de marzo de 2024

EL LOBO

 



Hola lectores/as:

En esta ocasión os traigo otro relato breve, uno de esos que escribí hace tiempo y lo encontré guardado en un cajón. 


EL LOBO

Carta dirigida al periódico X en el día Y del año Z. 

Señor director:

Me congratula saber que en el día de hoy por fin se aprueba en el Real Decreto X/X que soy una especie protegida. Mis hermanos de raza y yo ya no tendremos que temer que nuestras cabezas sea un bien codiciado por unos humanos que se divierten vertiendo nuestra sangre por los montes. Ya no temeremos que nos persigan sin compasión. 

No soy un humano que vive en un país en guerra o sumido en la extrema pobreza. Solo soy un lobo que ansiaba poseer un derecho tan digno como es el de la vida. 

Nací en un clan donde mi padre era un magnífico ejemplar que supo guiar y cuidar de su manada. Mi madre, la loba más veterana, era admirada y respetada por todos. Trajo al mundo a varios lobeznos, algunos de ellos murieron en tiempos de hambruna, otros a manos de los humanos. 


Durante unos años vivimos acorde nuestras normas, respetando y haciéndonos respetar por otros clanes y otros animales del bosque. Reconozco que también éramos temidos por aquellos a quienes debíamos dar caza. Pero jamás cazamos por placer, solo para alimentarnos, y nunca matábamos más animales de los necesarios. Es bien sabido por todos los depredadores que no se puede derrochar energía en esfuerzos inútiles.

En ese tiempo éramos conscientes de que el ser humano deseaba nuestro exterminio. Pero el miedo que transmitíamos nos infundió un valor que se convirtió en nuestro más grave error, pues bajamos la guardia. 

Un día, un grupo de cazadores humanos vinieron a nuestro encuentro. El ruido de los disparos se confundió con los latidos de nuestros corazones. El miedo nos confundió. Intentamos huir pero nos tenían acorralados. He visto morir a mis hermanos, a mis padres... Todavía no comprendo cómo he podido sobrevivir. De alguna manera me adentré en el bosque y conseguí encontrar un refugio. Por desgracia no pude salvar a mis seres queridos. 



Pasados unos días, encontrándome exhausto por el miedo y el hambre, me descubrieron unos humanos. El miedo me paralizó. Para mí sorpresa, ese grupo no quería matarme. Me cogieron de alguna manera, creo que me dormí tras un disparo que no me dolió mucho, y me desperté en un lugar extraño. Sentí miedo y angustia pero se me pasaron cuando comprendí que no me iban a hacer daño. Me estaban cuidando y no tardarían en soltarme en un lugar donde sería libre pero estaría cuidado y protegido.



Mi olfato me indica que hay más lobos como yo. Es posible que termine formando una familia. De vez en cuando, a pesar de la seguridad que me proporcionan esos humanos, no puedo dejar de pensar en los que nos hicieron daño. Olfateo el aire y siento un súbito temblor que me paraliza durante unos segundos. A veces, aúllo a la Luna para despedirme de mis seres queridos, siempre con la esperanza de que sus espíritus vaguen libres por el bosque.




FIN

Espero que os haya gustado. Gracias por vuestra lectura. Nos vemos en la próxima.



domingo, 10 de marzo de 2024

MI TÍA ES UN ANIMAL SALVAJE

 



Hola queridos/as lectores/as:

Mientras escucho música antigua (para más señas es un popurrí del grupo Marfil que no me sonaba de nada) escribo este relato que escribí en el curso de escritura creativa.

Una de las compañeras había comentado lo particular que era una de sus tías y la tutora decidió que escribiésemos una historia inventada basada en el hecho real. He aquí mi pequeña aportación. Espero que os entretenga en estos días de frío y lluvia.

MI TÍA ES UN ANIMAL SALVAJE

Todos sabemos que en las reuniones familiares, especialmente en Navidad, se acostumbra a citar chistes sobre la familia porque, quien más o quien menos, tiene un pariente algo especial: es famoso el pesado cuñado, la cursilona cuñada o la suegra a la que estás deseando matar de un susto con el matasuegras durante la noche de fin de año.

Pero yo, más que acordarme de chistes, me acuerdo de lo especial que era una de mis tías que ya no se encuentra entre nosotros. Podía decirse que mi querida tía era un auténtico animal salvaje. No lo digo porque decidiese vivir siguiendo los lemas típicos de libertad, amor, sexo y demás de los años 70 del siglo XX. A ella, por sus costumbres, habría que ubicarla en un tiempo más lejano, incluso antes de su nacimiento. Parecía una mujer del siglo XIX o antes.

Mi tía tuvo la desgracia de ser la mayor de varios hermanos. Quedaron huérfanos de madre cuando ella solo tenía ocho años, motivo que le impidió seguir con sus estudios y se vio en la obligación de atender a sus hermanos y la casa.

Los hermanos, a medida que fueron alcanzando la edad de trabajar, se marcharon de casa prometiendo que regresarían para hacerse cargo de su hermana mayor.

Con los años se acostumbró a la soledad. Los vecinos la ayudaron a restaurar la vieja casa para acomodarse a los tiempos modernos pero ella, reacia a todo lo moderno, ni intentaba adaptarse a ellos.

Cuando le instalaron la electricidad ella nunca la usó. Prefería las velas y dejarse llevar con la luz y oscuridad de la naturaleza. Un día, inconsciente del peligro, metió los dedos en un enchufe y se desmayó. Desde ese día ni se molestaba en limpiar las bombillas que colgaban del techo.


Además de la electricidad, le instalaron agua corriente y construyeron un cuarto de baño. La mujer no se entendía con tantas modernidades. Con frecuencia confundía el váter con el bidé y el fontanero, cansado de limpiar algunos atascos incomprensibles, decidió no regresar nunca más a esa casa. A ella no le importó. Seguiría utilizaron el monte como siempre había hecho. Y para bañarse tenía su vieja palangana y una tina de madera, hecha con los restos de un tonel de vino.

Un día, uno de sus hermanos decidió ir a visitarla. Como era normal en todos aquellos que prosperaban, llegó a la aldea en su coche, aunque tuvo alguna dificultad en ir hasta su antigua casa debido a las malas condiciones del camino.

Mi tía, asustada ante aquella bestia de acero que hacía ruido y tenía luces, decidió huir y permaneció escondida dos días en el bosque.

Su hermano no se rindió y cuando la encontró la llevó a casa e insistió en llevarla con él a la ciudad pero fue un esfuerzo en vano. Ni siquiera era fácil mantener una conversación con ella. No tiene televisión, ni radio, su único vínculo con el mundo exterior son los vecinos a los que ve muy poco. Le importa muy poco saber quién es el presidente del país, ni siquiera sabe si hay un presidente, ella cree que vivimos en una especie de reino de cuento de hadas. Lo único que le interesa es su huerta, saber en qué fase está la luna para poder sembrar lo que le desea y si las gallinas han puesto su huevo o no.




Ahora ya es una anciana y se pasa la mayor parte del tiempo sentada delante de una ventana mirando los pájaros, el cielo, las flores. Antes de que llueva ya se lo anuncia su reuma. El arco iris le arranca una sonrisa. Sabe diferenciar el canto de los pájaros y entiende de lunas, vientos y otros misterios de la naturaleza.

Como he dicho, es un animal salvaje. No sabe nada del mundo en el que vivimos y no le interesa. Sabe lo suficiente para sobrevivir y, tal vez, eso sea lo único necesario para ser feliz, al menos en su mundo.



FIN

Nos vemos en la próxima entrada. ¡Saludos!