jueves, 23 de marzo de 2023

MICRORRELATOS III

 



Queridos/as lectores/as:

Comparto, una vez más, algunos microrrelatos que escribí para los retos de la página de Twitter:  “Motivación escritoril”.

 


51. “Amanecer”

Amaneció un nuevo día y con él una nueva era. La historia cerraba un libro y empezaba otro. Así lo entendieron los tres Reyes Magos cuando supieron del nacimiento del Mesías.



52. “Amistad”

Un lazo rojo

Ondea al viento.

Nos busca.

Nos ata.

Un compromiso.

Una sonrisa.

Un pensamiento.

Una idea.

Un lazo rojo.

Nos guía.

Nos libera.

Inventa.

Crea

Dos vidas

Sellando la amistad.

53. “Barco”

¡Por todos los demonios, capitán! Le aseguro que aquel barco estaba maldito. La mar estaba en calma, más él se sacudía como si lo mecieran olas de diez metros. Vimos sombras en cubierta. Las velas se rajaron por un viento inexistente. Murieron tres hombres… ¡Qué Dios me aleje de él!

54. “Lo sabía. Sabía que quedaba poco tiempo…”

…para nuestra despedida. Ni sus besos, ni sus abrazos podían aplacar el dolor que sentía en mi corazón. Los recuerdos que tendría de nuestros encuentros no serían lo suficientemente gratificantes para hacerme olvidar la amargura de su partida.

55. “Un paso más”.

Un paso más y llegarás a la meta ─se dijo.

Pero sabía que no era el final, sino el comienzo de otro episodio en la vida y seguiría siendo así hasta que venciera el sueño eterno.



56. “Corona”

Encontrar la corona de la emperatriz había sido su gran sueño. Se había pasado años viajando, buscando en tiendas de antigüedades, negociando con coleccionistas. Por fin la tenía en sus manos y sintió que su vida había acabado con el fin de la búsqueda.





57. “Sueños”

Se puede vivir en sueños

Una vida más intensa.

Llegar a sentir

Una plena felicidad.

Amar, gozar,

Y no querer despertar.

Pero la felicidad acaba

Cuando Morfeo,

Cruel divinidad,

Nos despierta

Arrastrándonos

A la cruda realidad.

58. “Los secretos del bosque”

Guarda silencio. Si te concentras podrás descubrir los ruidos del bosque y, si escuchas con el corazón, conocerás los secretos que guarda desde hace eones.

59. “Fortuna”.

Vivió confiando en que la fortuna le tocaría algún día y le haría inmensamente rico. Murió sin reconocer lo afortunado que había sido al tener una familia complaciente, comprensiva y amante de su persona, a pesar de sus manías y excentricidades.

60. “Secreto”

En el poblado solo había una niña que era capaz de entender el lenguaje secreto de los dragones y, por ello, era respetada por todos.



61. “Pájaro”

La tristeza invadió la casa una fría tarde de enero. Fue tan profundo el pesar que incluso los pájaros huyeron del lugar.

El día que vio a un pajarillo, amarillo y pardo, acercarse a la fuente, supo que era el momento de revivir.





62. “Azul”

La humanidad se sorprendió  cuando vio aparecer a un ser alado, de color azul, en el cielo.

Algunos decían que era un extraterrestre. Otros que era un ángel.

Se presentó como un dios y nadie le creyó. Se burlaron de él.

Entonces comentó. “Aún no estáis preparados”. Y se fue.

63. “Renacer”

La princesa siguió a los sacerdotes y entró en la pirámide. Llegaron a una sala cuadrada, con las paredes llenas de jeroglíficos que mencionaban sus creencias. Se metió dentro de un sarcófago y la dejaron sola.

Tres días después, renació como la faraona de Egipto.

64. “Dioses”

Los dioses unieron sus fuerzas pero no fueron capaces de doblegar la voluntad del ser humano.

65. “Puerta azul”

Llegó a la dirección indicada. Y ahí estaba, delante de la puerta azul de la foto, sin atreverse a llamar.

Se preguntaba quién vivía allí y cómo sería su vida si se decidía a llamar y cruzar el umbral.

De pronto, la puerta se abrió y vio a una mujer que era exactamente igual a ella.

66. “Una buena razón”

Te voy a dar una buena razón para que leas ese libro: te transportará a un mundo maravilloso donde viven seres mágicos con los que compartirás aventuras y emociones increíbles.

67. “Si la profecía es cierta…”

…nacerá una niña que tendrá el poder de los cuatro elementos: fuego, agua, aire y tierra.

Ella unificará todos los reinos pero será después de una cruel batalla, bajo la luna roja.



68. “Historia”

“Unificaré todas las fronteras en un solo reino, bajo un mandato. Haré que mis súbditos se enorgullezcan de mí y que los enemigos me teman y respeten a la vez. Ni siquiera el Dios cristiano podrá impedir mi grandeza. Mi nombre será historia”, Genghis Khan.


69. “Casa encantada”

Tenía que reconocer que su familia era encantadora. La madre, totalmente dedicada a cuidar de todos. El padre, comprensivo. Los hermanos, chistosos y juguetones.

Una mañana se acordó de que no tenía familia, así que hizo el equipaje y huyó de la casa encantada.

70. “Chocolate”

Allí estaba, en el escaparate de la pastelería, la mejor tarta de chocolate que había visto en su corta vida.

Apoyó su naricilla en el frío cristal y la contempló maravillado, esperando recibir su aroma.

Alguien lo sacudió y lo obligó a irse. Jamás podría comprar una tarta como aquella. En su mano solo tenía unos pocos céntimos.



71. “Banco en el jardín”

La gente me miraba con curiosidad por mi aspecto: una señora con sombrero, solitaria, en un parque.

Con el tiempo me di cuenta de que no era lo que llamaba la atención, sino lo que estaba haciendo; y es que yo siempre leía un libro. Y, en aquel lugar, nadie era lector.

72. “Había tenido un sueño muy extraño. Al despertar…”

…comprobó que seguía soñando. Intentó tranquilizarse. Pronto sonaría el despertador y acabaría el sueño.

Pero parecía que el tiempo no pasaba. Se despertó y, una vez más, supo que seguía soñando. Y el sueño nunca terminaba.

73. “Imaginar una frase para recomendar una historia de las nuestras”

En mis historias yo pongo la magia, la aventura y el misterio. Y tú pones las emociones.

74. “Libro, gafas y vela”

Terminó la lectura y se quitó las gafas. Contempló la vela. La suave luz parpadeante lo adormeció y empezó a ver unas letras que bailaban en la pared. Poco a poco formaron una palabra: Muere.



75. “Me levanté y me miré al espejo…”

…y no me reconocí. La última vez que había contemplado mi imagen tenía 20 años. Durante 300 años la maldición no me permitió mirarme en un espejo. La ciencia me devolvió ese privilegio pero, ahora, me sentía tan extraña que parecía que estaba perdiendo mi identidad.



Espero que os hayan gustado. Nos vemos en la próxima. ¡Un saludo!


 





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