Queridos/as lectores/as:
Después de un tiempo en el
que no he publicado nada por falta de tiempo (problemas personales), por fin
puedo dedicar un rato al blog. Y he decidido compartir más microrrelatos de los
que publico en Twitter, a través de la página “Motivación Escritoril”.
Como en la primera
publicación que hice, las palabras o frases en las que se basan las historias,
irán marcadas en negrita. Algunas se debían desarrollar en base a una
fotografía.
21. Todos los días cruzar la
misma calle para ir al trabajo, siempre pensando en el sueño que tenía, en lo
larga que se le hacía la jornada, sin fijarse en los coches que sorteaba. La
mayoría repetían la misma rutina que él.
El cielo parecía gris… como
su vida.
22. Llegó al Monte do Gozo
con el cuerpo cansado, los pies heridos y falta de sueño. Pero su alma esta
desbordada de gozo y, a pesar de no conocer el idioma de aquel país, entendió
el nombre el nombre con que bautizaron el lugar. El camino llega a su fin, con el inicio de una nueva vida.
23. “Busca los libros que
tengan un marcapáginas rojo”, fue el último mensaje que le dejó antes de morir.
Y ella iba todas las tardes a la biblioteca
para leer los poemas de amor que él había escogido para demostrarle su amor.
24. Así como de cristalina
es el agua, eran sus sentimientos,
mansos o rebeldes como los tramos de un río. Conocerla era una aventura y
enamorarla una osadía.
25. ¿Subir o bajar? ¿Cuál
era el camino? Lo había dicho el sabio pero nadie recordaba el mensaje. Los que
estaban arriba no se atrevían a bajar, y los de abajo, no subían.
26. Hacía tiempo que la
comandante de la Flota Estelar intentaba regresar a casa. La tripulación había
perecido tras una colisión con un asteroide. Algunos motores de plasma estaban
averiados. Un día recibió un mensaje
inesperado: “S.O.S. LA TIERRA”.
27. El respeto y la confianza que nos teníamos alimentaron
y enriquecieron nuestro amor.
28. Cada nota musical que
escribió en el pentagrama representaba
una cualidad de su amada.
29. Salió del almacén y llegó a la cafetería con la típica ilusión del novato que quiere hacer mucho y conocer mundo. Pero poca gente se detenía a saborear su aroma, su profundo sabor. El paquete de café se acabó y terminó en un cubo de basura como los anteriores.
30. Una máscara para la alegría. Una máscara para la tristeza. Una máscara para la ira… Tenía una máscara para cada emoción… Solo el espejo y la muerte conocían su verdadero rostro.
31. Siempre guardaré en mi
memoria la última vez que pasamos juntos. Todo lo que hicimos, las risas que se
mezclaron con el viento, las promesas grabadas bajo un árbol mientras caían sus
hojas, los besos y suspiros. Y esperaré por tu regreso para vivir otro día especial.
32. Todo el mundo deseaba ir allí. Decían que era un lugar…
Decían que era un lugar
mágico. No había otro sitio done se viviese la Navidad con tanta alegría. La
música, los adornos, la amabilidad de la gente… Todo era un escenario tan
entrañable que parecía un sueño eterno. Y, tal vez, lo fuera porque quien iba
allí… no regresaba.
33. Los videojuegos consiguieron que se olvidara de su triste realidad.
34. Dejándose llevar por la
música, llegó a un baile de máscaras. Alguien la cogió de un brazo y la llevó
al centro de la sala. Y bailó toda la noche hasta desmayarse. Despertó y no
había nadie. La casa estaba en ruinas. Nada indicaba que allí hubo una elegante
fiesta.
35. Al final del largo viaje de la vida, los únicos
recuerdos que venían a su mente eran las vivencias durante su infancia. Y se
fue en paz, sintiéndose de nuevo niña, dejando atrás un cuerpo marchito,
sonriendo a la eternidad su alma resplandeciente.
37. “Reencuentros”.
El día que se reencontraron,
después de tanto tiempo, se miraron a los ojos y no necesitaron palabras para
describir la emoción y la felicidad que les embargaba.
38. Era su primer concierto. La esperaban cientos de
fans, ajenos a su pánico. La manager insistía en que tenía que salir a cantar o
sería su fin. No se decidía. Su madre la cogió de un brazo, la sacó al
escenario y cantó con ella. La fama encumbró a la madre.
39. No se lo podía creer. Había conseguido casar con él. Sin embargo,
desde la noche de bodas, su actitud con ella cambió. Ya no la miraba
embelesado. No buscaba sus labios. No tardaría en saber que se había convertido
en otra más, ues se había casado con un descendiente de Barba Azul.
40. Nos tomamos un café, bien caliente, al calor de una
estufa de leña. Y hablamos de nosotros, nuestras vidas, nuestras parejas,
hijos… Nos despedimos y, en silencio, nos preguntamos qué recuerdos tendríamos
si nunca nos hubiésemos separado.
41. La luz del faro se apagó durante unos minutos. El
tiempo suficiente para que la goleta perdiera el rumbo y no pudiera esquivar
las rocas del acantilado. Desde tierra no podían hacer nada por aquellos
hombres que se precipitaban al mar y gritaban pidiendo auxilio.
42. La alegría hace que
sientas que el tiempo pase rápido. Las horas se convierten en minutos, sin embargo, incluso este
estado puede convertirse en hastío. Así le pasó al protagonista de esta
historia que se hartó de su alegría y deseaba conocer la tristeza.
43. Poema: “La lluvia”.
Lloro en silencio
Porque el cielo
Ha querido llorar
Sintiendo mi dolor.
Y las gotas de lluvia
Son las lágrimas
Que no puedo derramar
Porque si duele el alma
Nada puede aliviar
El hondo pesar.
44. Regresó al pueblo pero
ya no quedaba nada. Todo estaba cubierto
de nieve. La avalancha había arrasado con las casas, árboles… Se sintió
triste. Alguien pasó un brazo por sus hombros. Era él. Estaba allí. Creyó que
se había ido para no regresar. Lo abrazó y sonrió esperanzada.
45. Todavía recuerdo
aquellos días que paseábamos por la orilla del mar, contemplando el vuelo de
las gaviotas. Dejamos que las olas nos acariciaran los pies. Y miramos al
horizonte donde se confunde el mar con el cielo. Tumbados en la arena
saboreamos la sal de nuestros labios.
46. Como deshojamos las rosas
Dejamos caer las ropas
Despacio
Pétalo a pétalo.
Y buscamos nuestros cuerpos
Entre los pétalos de hilos
Nos perdimos en el jardín
De todo los prohibido
Y bebimos el néctar
De las rosas encarnadas.
47. Tenía miedo pero despertó y se dio cuenta de que había tenido una
pesadilla. Resopló y se levantó. Salió de la habitación y comprobó que la casa
estaba cambiada. Los muebles eran antiguos. Oyó voces extrañas y supo que la
pesadilla era real. Quiso esconderse pero alguien la cogió.
48. La mesa estaba puesta.
La velas encendidas para crear un ambiente acogedor. Los elfos se sentaron y
esperaron la llegada de Papa Noel. Cenarían para recuperar fuerzas y disfrutar
de su compañía antes de que se fuera con los renos a repartir regalos por todos
los hogares del mundo.
49. Como todos los años, la
abuela tenía algo que contar y éste
no iba a ser una excepción. Nos habló de la noche que vio entrar en casa a los
tres Reyes Magos. Y como la descubrieron despierta le dieron unos caramelos.
Sus historias eran mágicas.
50. La noche.
Oscura. Gélida. Misteriosa.
La dama negra
Cubre son su manto de
terciopelo
El sueño de los inocentes.
Espero que os haya gustado
esta nueva entrada. Nos vemos en la próxima.
Qué bueno encontrarte, y justo en el día de tu cumpleaños. Y qué bueno poder leer tus escritos que son atrapantes. FELICIDADES y muy FELIZ CUMPLEAÑOS. Un abrazo enorme.
ResponderEliminarSi quieres, puedes visitarme en mi nuevo blog: https://cupoleno.com/
Hola, Malania! Muchas gracias por la felicitación. Me alegro de reencontrarnos. Visitaré tu blog. Un saludo!
ResponderEliminarQue tengas muy buen domingo y productiva semana. Abrazo
Eliminar